Imagina que tienes una casa con una puerta muy bonita, cerraduras modernas y un sistema de alarmas. Sin embargo, nunca has probado si realmente esas cerraduras funcionan, si las ventanas pueden abrirse desde afuera o si alguien puede entrar por la chimenea. Ahora imagina que esa casa es tu empresa, y que en vez de ladrones, hay ciberdelincuentes intentando entrar para robar información valiosa, dinero o incluso sabotear tus operaciones.
Una prueba de penetración es un análisis controlado en el que expertos en ciberseguridad actúan como atacantes para evaluar la seguridad de tu infraestructura.
Cumplir con regulaciones: En muchos países, las empresas deben cumplir con normativas de protección de datos, como GDPR o la Ley de Protección de Datos Personales.
Evitar daños económicos: Un ataque exitoso puede paralizar tu negocio y generar grandes pérdidas.
Existen varios tipos de pentesting, cada uno con un enfoque diferente. Algunos de los más comunes son:
En esta prueba, los pentesters no tienen información previa sobre el sistema. Es como un ladrón que intenta entrar a una casa sin conocer sus medidas de seguridad. Se evalúa cómo un atacante externo podría vulnerar la empresa.
Aquí los pentesters tienen acceso completo a la información, incluyendo códigos fuente y arquitecturas de red. Es como si un inspector de seguridad revisara tu casa por dentro para encontrar fallas antes que un ladrón.
Es una combinación de las anteriores. Se proporciona información parcial, simulando el caso de un atacante que ya tiene acceso a ciertos datos internos.
Se enfocan en vulnerabilidades de la infraestructura de redes, como cortafuegos, servidores y conexiones.
Evalúan la seguridad de sitios web y aplicaciones en línea para detectar ataques como inyecciones SQL o vulnerabilidades en formularios de inicio de sesión.
El proceso de pentesting sigue varios pasos esenciales:
Planificación y recopilación de información
Se identifican los activos críticos y el alcance de la prueba.
Se investigan posibles vectores de ataque.
Análisis de vulnerabilidades
Se escanea el sistema en busca de puntos débiles.
Se identifican errores en configuraciones y software desactualizado.
Explotación de vulnerabilidades
Se simula un ataque real para comprobar si las fallas pueden ser aprovechadas.
Se intentan obtener accesos no autorizados.
Informe de resultados
Se documentan los hallazgos con pruebas detalladas.
Se proporcionan recomendaciones para corregir los problemas.
Corrección y reevaluación
Se implementan las soluciones recomendadas.
Se realiza una nueva prueba para verificar que las vulnerabilidades fueron corregidas.
Cualquier empresa, sin importar su tamaño, debe realizar pruebas de penetración periódicamente, especialmente si maneja información sensible.
Idealmente, deberías hacerlo:
Antes de lanzar una nueva aplicación o sistema.
Luego de realizar cambios importantes en la infraestructura.
Si sospechas que has sido objetivo de un ataque.
Regularmente, al menos una vez al año.
Las pruebas deben ser realizadas por profesionales en ciberseguridad con experiencia en hacking ético y certificaciones reconocidas, como OSCP, CEH o CISSP.
Las pruebas de penetración no son un lujo, sino una necesidad. Así como instalas cerraduras y alarmas en tu casa, debes asegurarte de que la seguridad digital de tu empresa sea robusta. Un ataque puede ocurrir en cualquier momento, y cuanto más preparado estés, menor será el riesgo de sufrir consecuencias graves.
Si nunca has realizado una prueba de penetración, tal vez es momento de hacerlo. Como dice el refrán, «es mejor prevenir que lamentar».
Este tema de ciber seguridad empresarial, tiene 7 partes separadas en diferentes articulos con fines de hacer una lectura más práctica y rápida. Si quieres leer más, consulta los próximos articulos: